lunes, 7 de diciembre de 2015

Saris rosas.

Antes de sumergirnos en la narración de la propia historia de este grupo de guerreras   hindúes, vamos a analizar la actualidad India en relación a la mujer y así poder obtener un mejor análisis total de la situación.

El papel de la mujer en el hinduismo es de subordinación al hombre, su deber era (y es) dar a luz a nuevos miembros en la familia.  Durante el periodo clásico del hinduismo, la brecha educativa entre hombres y mujeres se amplió. Cuando los brahmanes se hicieron cada vez más con el control del hinduismo, la mujer india empezó a estar considerablemente más subordinada al hombre. Para quien no lo sepa, los brahmanes son los miembros de la casta más alta de la India y está compuesta por los sacerdotes y los asesores del rey. En el pasado eran considerados como dioses entre los demás habitantes. Las castas en la India son como una especie de estructura social estamental y hay cuatro:
·Intocables: Es la casta más baja de la India (tanto que ni se la considera parte de las cuatro castas que dividen la sociedad) , solo se les permite realizar los trabajos más marginales. Suelen ser víctimas de frecuentes vejaciones, asesinatos y violaciones.
·Shudras: Son la cuarta casta y este grupo social está formado mayoritariamente  por siervos.
·Vaishyas: Son la tercera casta y abarca en su interior a comerciantes, artesanos, terratenientes y agricultores.
·Kshátriyas: Son la segunda casta y abarca en su interior a dos grupos sociales, el político y el militar. Tradicionalmente los reyes debían de pertenecer a esta casta.
·Brahmanes: Esta casta es la más importante y en ella se encuentran sacerdotes, intelectuales y asesores del rey.

Partiendo de esta base, la mujer en la India se enfrenta a una dura realidad que va empeorando conforme su casta es más baja. Principalmente el trabajo de las mujeres suele  llevar el doble de horas que el de los hombres, ya que además de cargar con el trabajo fuera de casa, tiene que cargar con todo el peso del trabajo doméstico. Otra dura realidad son los matrimonios, los cuales un 80% son concertados. La dura realidad de estos matrimonios es que la mujer es concebida como un bien económico que la familia originaria pasa a la familia del marido, lo cual hace que la mujer pase de estar subordinada a su padre a estar subordinada a su suegro y marido. Otra dura realidad es que solo es respetada la mujer casada, en la India se han llevado a cabo quema de viudas y si no se llega a este extremo la marginación social está asegurada. Otro terrible asunto son las violaciones, en la India se registran una cada 22 minutos. Creo que ya nos vamos haciendo una idea de la situación actual, ahora comenzaré a explicaros el tema de este artículo, la revolución de los saris rosas.


En la región de Uttar Pradesh,  Sampat Pal una mujer concienciada con la actual situación hindú, creó un grupo de mujeres llamadas “El ejército de los saris rosas” o “Gulabi”. Uno de sus objetivos es defender a las mujeres de la casta de los intocables, las más castigadas por la actual situación. Saben que levantar la voz no era suficiente, así que armadas con palos, pasean en grupo, ayudando a las mujeres que necesitan auxilio dándoles refugio o encarándose con sus maridos para que empiecen a respetarlas. Ellas mismas se han encarado con sus padres, suegros y esposos, han conseguido hacerse un hueco en la sociedad India y ser respetadas. Suelen realizar entrenamientos con otras mujeres para que éstas aprendan a defenderse de otros hombres, los cuales se suelen realizar con palos. También realizan castigos ya sea pegando o arrestando a maridos que han pegado a sus esposas. Un castigo muy famoso es tatuar la frente a los violadores, la líder Sampat reconoció “Si en algún momento destruyo la vida de esos violadores por tatuarles e intentan matarme, no me importa, en algún momento hay que morir”. Estas mujeres tan valientes se han enfrentado a todo tipo de maltratadores, violadores e incluso hasta a las propias autoridades Indias, se han ganado un nombre y un respeto en el norte de la India y cada vez se extiende más su mensaje. Además, tienen una advertencia muy clara  a los hombres Indios, y les harán entender sin pacifismos que allí están ellas, que si tocas a una mujer India, el ejército de los saris rosas irá a por ti. Ya basta de solo alzar la voz, deberíamos aprender una hermosa lección de estas guerreras, la autodefensa. 







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